Las naves están separadas por arcos de medio punto que se sitúan sobre columnas toscanas, la central se cubre con bóveda de medio cañón y las laterales con bóvedas de aristas. A sus pies podemos observar un coro alto.
El presbiterio es rectangular con bóveda de media naranja sobre pechinas, éstas se decoran con motivos de estuco distribuidos por los arcos. Las cornisas y pechinas sirven de marcos a pinturas del tetramorfo (cuatro evangelistas). Esta ermita también está dotada de un camarín en el fondo, pertenece al siglo XIX y es de estilo neoclásico. De planta ochavada y que se cubre con una bóveda oval, que posee intradós radiados y cuatro óculos radiales con vidrieras.
El retablo central, del siglo XIX de estilo neoclásico, posee un solo cuerpo con arco de medio punto, en el que se enmarca la figura de Jesús Nazareno obra del escultor Gabriel Borrás, al lado izquierdo sobre un basamento aparece la figura de la Inmaculada de 1.55 m de estilo barroco del siglo XVIII. La imagen de Nuestro Padre Jesús es del siglo XX, concretamente de 1939. Jesús aparece con la cruz a cuestas ligeramente encorvado, con cabeza barbada y cabellera de abundante melena, se viste con túnica tallada. Durante Semana Santa y el día 14 de Septiembre (Día de Jesús ) viste una rica túnica bordada en hilo de oro que data del año 1904 y que perteneció a la antigua imagen desaparecida.
El retablo de Ntra. Sra. De los Dolores pertenece al siglo XVIII, de estilo barroco, su estado de conservación es bueno, consta de un solo cuerpo flanqueado por columnas salomónicas que sostienen un ático donde se inscribe un lienzo que representa a Cristo muerto con gran perfección. En el centro aparece una hornacina con la figura de la Virgen de los Dolores vestida con manto de terciopelo negro bordado en hilo de oro de gran valor. Esta imagen fue restaurada en el año 2006 por Don José Luis Ojeda Navío, quien atribuye la talla a la Escuela Sevillana Neobarroca del s. XVII.
El retablo del Niño de la Bola, del siglo XVIII y estilo barroco, consta de un solo cuerpo separado en tres calles por pilastras corintias entre las que se inscribe vanos con imágenes. En la hornacina central aparecía el niño de la bola, aunque en la actualidad hay una Inmaculada. En la hornacina izquierda aparece San José y en la de la derecha aparece la Virgen de Fátima. Se corona con un ático donde se representa en pintura al óleo sobre el lienzo “El sueño de Jacob”.
Por último, el frontal del Altar de la Ermita del siglo XVIII y estilo barroco, consta de placas rectangulares de mármol rojo de Cabra que se decoran con una cenefa donde se inscribe un dibujo de puntos. En el centro de la pieza aparece el escudo Franciscano. El Pulpito de la Ermita, del siglo XIX y estilo neoclásico, lo compone un balaustre sobre el que se eleva una tribuna hexagonal. Todo el conjunto se decora con motivos forjados de la escuela de Andújar. Adosado a esta Ermita se encuentra el antiguo Convento de Jesús que fue sede del Colegio de las Hermanas de la Cruz.