LAS ERMITAS

La Ermita del Cristo del Humilladero o del Cristo Chico es del siglo XVIII, de estilo Barroco. La portada de la ermita posee un vano en el que se enmarca la entrada principal con arco de medio punto, se corona con frontón con moldura. Se cubre a dos aguas y posee un porche que sirve de antesala a la ermita, con arcos rebajados. En el lateral derecho tiene una espadaña. El altar mayor, también del siglo XVIII y de estilo barroco, se encuentra en perfecto estado de conservación. Las dimensiones del altar son 3,20×5,40 metros.

Posee un solo cuerpo, con una pequeña hornacina en el centro con arco de medio punto, en la que aparece el Cristo del Humilladero. Todo se decora con motivos de madera policromada, en la hornacina superior está la Virgen del Pilar.

El Cristo del Humilladero llegó a Lopera en 1941 y es obra del imaginero valenciano Amadeo Ruiz Olmos. La ermita se mantiene prácticamente cerrada todo el año, los loperanos y visitantes que se cercan a ella, realizan sus oraciones a través de una pequeña ventana. En 1761 se funda la soldadesca del Santísimo Cristo del Humilladero, es característico de esta soldadesca, el revoloteo de banderas durante el procesionar de su Cristo y los disparos de salvas. La feria y fiestas de los Cristos en honor al Cristo de la Veracruz y Cristo del Humilladero se celebra desde 1628. La cruz procesional del Cristo es una réplica, la original se encuentra en la sacristía de la parroquia, fue donada por la familia Peláez.

La Ermita de San Roque es del siglo XVI, de estilo barroco, de propiedad eclesiástica. La fachada posee un vano con arco de medio punto, en la parte superior posee un vano circular a modo de rosetón, se cubre a dos aguas. En la Ermita hay un Sagrado Corazón, una réplica de un cristo crucificado de Velázquez, cuadro donado por una familia de Lopera, otro cuadro de las Ánimas de la Virgen del Carmen y una imagen de la Virgen del Amor Hermoso.

Durante la guerra civil todas las imágenes de la ermita fueron quemadas a excepción de la imagen de la Virgen del Amor Hermoso que solo se quemó de cintura para abajo, un brazo y algo de la cara. Esta imagen fue rescatada por Adolfo Calvo Peralta, concejal del Ayuntamiento y se la llevo a su casa. Sus herederos decidieron que la imagen volviera a su lugar de origen, Lopera. La imagen venía aún quemada por lo que hubo que restaurarla.

La Ermita de Jesús. Su portada principal es del siglo XVIII y pertenece al estilo barroco. La puerta principal se encuentra ubicada entre contrafuertes, consta de dos pisos apareciendo un arco trilobulado tanto en el piso inferior como en el superior; a su vez acogidos ambos por un arco de medio punto. El primer piso aparece coronado por un frontón triangular abierto y pináculos. Su planta rectangular es de tres naves, siendo la central más ancha que las laterales.

Las naves están separadas por arcos de medio punto que se sitúan sobre columnas toscanas, la central se cubre con bóveda de medio cañón y las laterales con bóvedas de aristas. A sus pies podemos observar un coro alto.

El presbiterio es rectangular con bóveda de media naranja sobre pechinas, éstas se decoran con motivos de estuco distribuidos por los arcos. Las cornisas y pechinas sirven de marcos a pinturas del tetramorfo (cuatro evangelistas). Esta ermita también está dotada de un camarín en el fondo, pertenece al siglo XIX y es de estilo neoclásico. De planta ochavada y que se cubre con una bóveda oval, que posee intradós radiados y cuatro óculos radiales con vidrieras.

El retablo central, del siglo XIX de estilo neoclásico, posee un solo cuerpo con arco de medio punto, en el que se enmarca la figura de Jesús Nazareno obra del escultor Gabriel Borrás, al lado izquierdo sobre un basamento aparece la figura de la Inmaculada de 1.55 m de estilo barroco del siglo XVIII. La imagen de Nuestro Padre Jesús es del siglo XX, concretamente de 1939. Jesús aparece con la cruz a cuestas ligeramente encorvado, con cabeza barbada y cabellera de abundante melena, se viste con túnica tallada. Durante Semana Santa y el día 14 de Septiembre (Día de Jesús ) viste una rica túnica bordada en hilo de oro que data del año 1904 y que perteneció a la antigua imagen desaparecida.

El retablo de Ntra. Sra. De los Dolores pertenece al siglo XVIII, de estilo barroco, su estado de conservación es bueno, consta de un solo cuerpo flanqueado por columnas salomónicas que sostienen un ático donde se inscribe un lienzo que representa a Cristo muerto con gran perfección. En el centro aparece una hornacina con la figura de la Virgen de los Dolores vestida con manto de terciopelo negro bordado en hilo de oro de gran valor. Esta imagen fue restaurada en el año 2006 por Don José Luis Ojeda Navío, quien atribuye la talla a la Escuela Sevillana Neobarroca del s. XVII.

El retablo del Niño de la Bola, del siglo XVIII y estilo barroco, consta de un solo cuerpo separado en tres calles por pilastras corintias entre las que se inscribe vanos con imágenes. En la hornacina central aparecía el niño de la bola, aunque en la actualidad hay una Inmaculada. En la hornacina izquierda aparece San José y en la de la derecha aparece la Virgen de Fátima. Se corona con un ático donde se representa en pintura al óleo sobre el lienzo “El sueño de Jacob”.

Por último, el frontal del Altar de la Ermita del siglo XVIII y estilo barroco, consta de placas rectangulares de mármol rojo de Cabra que se decoran con una cenefa donde se inscribe un dibujo de puntos. En el centro de la pieza aparece el escudo Franciscano. El Pulpito de la Ermita, del siglo XIX y estilo neoclásico, lo compone un balaustre sobre el que se eleva una tribuna hexagonal. Todo el conjunto se decora con motivos forjados de la escuela de Andújar. Adosado a esta Ermita se encuentra el antiguo Convento de Jesús que fue sede del Colegio de las Hermanas de la Cruz.