El Pósito de la villa de Lopera, que en la actualidad se denomina “Casa de la Tercia”, fue fundación testamentaria de un particular, Don Gómez Manrique, cuyos albaceas fueron el Comendador de Almuradiel y el de Puertollano. D. Gómez Manrique, Comendador de Lopera, era caballero del renacimiento que no olvidó en su testamento a las clases populares desfavorecidas, donando a la “villa y vezinos della doscientas y doze fanegas de trigo para un pósito que en ella permaneciesse para remedio de a pobre gente”. El edificio no tiene elementos decorativos salvo sendas cruces de piedra en lo más alto del caballete de la cubierta, y que miran, la una al castillo y la otra a la Plaza del Triunfo. Ha sido bodega de los vinos loperanos durante decenios.
El pósito es una construcción de ladrillo en sus gruesos interiores y de grueso tapial en sus paredes externas, con piedras de cantería que refuerzan las esquinas o ángulos del edificio. Se debió construir en la segunda mitad del siglo XVI y, tiene adosadas, en un lateral de su planta casas particulares de más inmediata construcción. Se comunica subterráneamente con el castillo mediante un pasadizo excavado en los años 60 por el maestro de obras Antonio Cantero.
De traza rectangular, el pósito se compone de dos plantas, la primera por debajo del nivel de la calle del Castillo, a la que se accedía por la calle contraria. Posee esta, tres naves cubiertas con bóvedas de cañón y doce arcos de medio punto rebajado, de ladrillo sobre pilastras de piedra. En su parte alta, es de traza similar, solo varía en las alturas y proporciones de sus arcos. Se cubre con bóveda plana y a dos aguas, cosa que podemos apreciar desde el exterior del edificio. En esta planta, los radios de los arcos son mayores y, por tanto, es menor su número ya que cuenta con seis unidades arcadas.
La presencia de Miguel de Cervantes en Lopera está constatada en varios documentos de la época cuando éste era comisario para la recaudación de grano para las galeras. Así se sabe que al menos entre el 22 y el 25 de Febrero de 1592, Cervantes estuvo en Lopera, donde recaudó para la Armada Invencible la cantidad de 200 fanegas de trigo y 60 fanegas de cebada. Incluso llegó a pernoctar en la Posada de la Cruz, situada en la calle Real.
Como hemos mencionado anteriormente, la planta baja de la tercia fue usada como bodega, aquí se situaban las criaderas del vino, ya que este lugar era ideal debido a su temperatura. A la entrada de la planta baja, justo a la derecha, se encontraba la “Sacristía” lugar donde se encontraban las mejores soleras de la bodega. Algunos de los barriles que allí había presentaban inscripciones de sus más ilustres visitantes.
En la actualidad, la parte alta se dedica a diversos actos culturales, siendo sede del Museo de Pedro Monje, escultor y pintor oriundo de Lopera nacido en lopera en 1945 que a los 19 años que emigró a Barcelona para tomar clases de pintura y escultura por parte de Luis Muntaner. Moje vivió hasta morir en Valladolid y es autor de la fuente de “Los Colosos” que desde el año 1996 se ubica en la plaza de la Rinconada de la Capital Vallisoletana. En Lopera encontramos la obra de “El Cavador” de hierro pintado y localizado en el Parque de la Verja o la de “los emigrantes” que podemos ver en la explanada de la Ermita del Santo Cristo.
Asimismo, alguno de sus murales y esculturas se pueden contemplar en el Ministerio de Educación en Madrid, en Mayorga… Además distintos museos e instituciones albergan parte de su obra pictórica, escultórica y de cerámica como son la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid, el Museo Provincial de Jaén o la Universidad de Valladolid entre otras.